miércoles, 13 de octubre de 2010

Si se pudiera esperar sin cansarse en la espera, si se pudiera pensar sin que los sentimientos se metan. Si se pudiera caminar sin tropezar dos veces con la misma piedra. Si se pudiera olvidar lo que tanto nos cuesta, si se pudiera levantar la mirada cuando ya no hay ninguna meta. Si se pudiera soportar las cicatrices que las batallas nos dejan veríamos reflejado lo que el tiempo se nos lleva. 
  • ¿Cuando dimos un paso en falso?

  • ¿Cuando nos lastimamos sin importarnos?

  • ¿Cuando no nos vimos reflejados?

    •  Lo que tanto nos cuesta, se derrumba en un instante y en un segundo el mundo nos lleva por delante. Cuando entendemos que no hay nada peor que nos pueda suceder, es cuando vemos que la salida esta a nuestro alcance. Barajar y dar de nuevo, nos deposita en un mundo de sensaciones que antes no sentimos. Que cuando quisimos nos encerramos tercamente en lo que nos brindaba el destino. Jamás hicimos una mueca de desconfío, y creíamos que ese momento seria eterno, porque así deberían ser los sentimientos. Pero no es fácil dominar a un corazón, que se cree rebelde y abandona lo que ya no quiere.Nos lastimamos por cosas que son del pasado y disfrutamos cosas que todavía no llegaron.  Si se pudiera hablar sin decir, si se pudiera sentir sin fingir. Si se pudiera dejar de mentir para seguir, si se pudieran olvidar las cosas que ya no vuelven más. Si se pudieran borrar las cosas que nos hacen volver atrás, si se pudiera elegir cambiar para mejorar hoy no estaríamos acá.  En ese abrupto final que creamos al no saber demostrar lo que tantas veces habíamos soñado. Insinuar para amar, dejarse llevar por las cosas que dicen los demás. Errores en el camino, distancias eternas en el exilio. Un grito anclado oprimiendo el pecho, y un sabor amargo de desconsuelo. No había lágrimas que soltar ni heridas que ocultar. Ni siquiera algún perdón para dar, ya que no fuimos ninguno de los dos los culpables de llegar hasta acá. Permitimos participar a la duda y ella se adueño del final. Vimos fracasar nuestros sueños, vimos caer nuestros anhelos, vimos llorar a nuestros sentimientos.
        
      • ¿Cuantas excusas quedaron sin explicar?

      • ¿Cuando creímos que nada podía fallar?

      • ¿Cuando suplicamos que llegara el final?


        • Sin embargo sonaran las campanadas de mi corazón arrepentido, al ritmo de un tiempo que nos distancio. Y aunque pierda la esencia del amor, sabe que no hay nada que lo pueda hacer reaccionar. Porque la ecuación fallo, 1+1 no fue 2. Y aunque se pudiera rebobinar, sabemos los dos que de nada servirá. Que las cosas se dieron como se tenían que dar, tal vez por mero desacierto o quizás poco empeño en amar fuimos nosotros los que elegimos terminar en vez de cambiar el rumbo para mejorar. No quisimos ser obstinados a algo que no tenía lugar, porque no sirve sufrir para amar. No sirve llorar por alguien que no lo sentirá. No sirve lastimarse cada vez mas decía pensando en el amor. Pero no siempre se puede optar lo que quiere el corazón, a veces no nos damos cuenta de lo que nos sucede y nos ponemos como idiotas que no saben lo que sienten. Por eso aunque sobren los motivos de nuestra renuncia, se que si se pudiera volver el tiempo atrás, te volvería amar.  Y ahora tal vez nos cueste adaptarnos a algo nuevo pero la razón la dará el tiempo. Mientras tanto espero que sea el momento en que las agujas del reloj marquen otro comienzo. Una historia sin apuros, una historia sin momentos oscuros. Con menos fallas que aciertos y con un mejor entendimiento.
          Pero si tendria que elegir de nuevo  ; diria que si.

          No hay comentarios:

          Publicar un comentario