lunes, 4 de mayo de 2015

No me vengan a hablar de "salir adelante" que ya puedo dar cátedra de eso

Después de un tiempo sin escribir, ya ni siquiera me acordaba que existía ésto. Quizás sea porque aprendí a sacar afuera lo que siento en el momento que sucede, no suele ser la mejor forma porque al estar emocionalmente abrumada no mido lo qué digo, ni cómo lo digo y suelo lastimar al otro. Pero en los últimos tres años, aprendí a priorizarme, a ser un poco más egoísta y a decir "no". No siempre me sale, la realidad es esa, por esencia siempre me nació ayudar a la gente y ponerlos delante de mis necesidades y deseos, pero cuando te das cuenta que das, das y das hasta el punto de abandonarte a vos mismo y la gente no lo valora, te hace pensar y replantearte qué tan bueno es actuar de esa manera.
Siempre me pregunté qué sería tener una vida complicada, al fin y al cabo mi infancia fue tranquila y no recuerdo haber tenido problemas de ningún tipo. Hoy me arrepiento profundamente de habérmelo preguntado en su momento, desde que mis viejos se separaron hace ya 8 años, mi vida dio un giro rotundo y todo se volvió desastroso. La separación y el nacimiento de mi hermanito (al cual amo profundamente pero nunca esperé que llegara y menos de otra madre), la necesidad de mediar entre mi mamá y mi papá, siempre quedando en el medio, aunque ellos hayan hecho todo lo posible por hacer las cosas más fáciles para nosotros.
Del 2012 casi no puedo quejarme, dejé atrás a alguien que lo único que hacía era enredarme en un círculo de manipulaciones y traición, rehice mi vida, conocí gente nueva e incluso me "destapé". Pero como no todo puede ser color de rosas, tuvo que empezar otra vez el caos en mi vida. Primero falleció mi abuela, la realidad es que nunca fui muy apegada a ninguno de mis abuelos, siempre me hubiera gustado tener esa relación pegote que tiene todo el mundo, pero bueno en mi caso no se dio; aún así fue una pérdida díficil. En el interin le detectaron cáncer de colon al Pauli (mi abuelo), lo operaron y masomenos todo se calmó. Cuando creí que todo iba mejorando, empecé la facultad y cambié mi ritmo de vida por completo, llegó la peor noticia de todas y la que nunca en la vida hubiera querido escuchar, todavía tengo grabada en la memoria la frase de mi hermano: "papá se murió" y todo el caos que vino después. Creí que me iba a morir con él del dolor que sentía adentro. Mi papá, mi apoyo, mi pilar se había ido y me había dejado sola.Cómo iba a poder superarlo y salir adelante? Pero lo hice, salí adelante. Me apoyé en mis tías y me adentré por completo en la meditación y la espiritualidad, entendí muchas cosas y con mucho esfuerzo pude aceptar lo que estaba pasando. Tuve que levantar la cabeza y seguir, ponerme fuerte para poder sostener emocionalmente una familia rota en pedazos.
Nuevamente, cuando estuve un poco repuesta y encaminando mi vida, cae otro problema: le detectan cáncer a mamá. Otra vez tuve que calzarme la armadura y salir a pelearla. Sumado a eso, en el medio fallece la Tica (mi otra abuela), el Pauli cayó en terapia como por un mes y estallaron quilombos entre mi mamá y mi hermano Catriel.
No me voy a poner densa porque al fin y al cabo el objetivo de ésto no es victimizarme ni dar lástima, sino descargarme y mostrar que durante la vida nos vivimos haciendo drama por cosas mínimas y sin importancia, no valoramos las cosas ni a las personas mientras las tenemos sino que esperamos a perderlas todo el tiempo. A mí me pasó eso, nunca me di cuenta de lo poco que valoraba a la gente a mi alrededor y lo que hacían por mí, tuve que perder a una de las personas que más amo en el mundo para verlo y empezar a cambiar. Al fin y al cabo, la nena consentida de papá tuvo que crecer y empezar a valerse por sí misma.

 Por qué será que tenemos que esperar a llegar al límite para hacerlo?
 Por qué no ahorrarnos todo el sufrimiento, viviendo el día a día, disfrutando de las cosas lindas que nos pasan, de la gente que nos quiere y nos hace bien? 
Por qué alejamos a la gente que nos hace bien?
La vida es corta y a veces demasiado, yo por mi parte pongo de mí todos los días para cambiar mi actitud, mi manera de manejarme. Prefiero arrepentirme de algo que hice y no quedarme con la duda de "qué hubiera pasado si...?". 

Podré pecar de sentimental, pero quiero pasar mi vida disfrutando y amando profundamente.

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